Milei frena a ARSAT: el Banco Central bloquea dólares y pone en jaque el tercer satélite nacional
Redacción del Diario REPORTERO
El ambicioso proyecto del ARSAT-3, también conocido como ARSAT-SG1, se encuentra en un punto crítico. El Banco Central, bajo el gobierno de Javier Milei, restringe el acceso a dólares necesarios para pagar a proveedores internacionales, paralizando un desarrollo estratégico para la soberanía tecnológica nacional.
Desde su creación, el ARSAT-SG1 contó con financiamiento de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) por u$s 243,8 millones, más un aporte local adicional. Sin embargo, la ejecución real del presupuesto es mínima, con desembolsos prácticamente paralizados desde enero de 2024.
Este satélite, proyectado para ofrecer servicios de banda ancha satelital con alta capacidad en todo el territorio argentino y países vecinos, sufrió constantes postergaciones. Las dificultades globales por la pandemia y la guerra en Ucrania impactaron en la provisión de componentes, que debieron ser reemplazados, atrasando su avance.
Previsto inicialmente para 2019, con una reactivación en 2020, el cronograma se retrasó y, según declaraciones oficiales, el lanzamiento se reprogramó para octubre de 2027, con puesta en funcionamiento en abril de 2028. Esto genera preocupación sobre la pérdida de la posición orbital 81° Oeste, un recurso estratégico asignado internacionalmente a la Argentina que se debe proteger.
Fuentes internas de ARSAT confirmaron que el principal escollo actual es la negativa del Banco Central a autorizar pagos en dólares para la compra de insumos y servicios clave en el exterior. Esta situación mantiene en “stop-work” a contratos esenciales, poniendo en riesgo la continuidad del proyecto y la defensa de la soberanía tecnológica del país.
La decisión del Ejecutivo también se enmarca en la reciente apertura de cielos y la entrada de empresas extranjeras como Starlink, que compiten directamente con la industria satelital nacional, debilitando la protección y desarrollo local.
Defender la continuidad del ARSAT-SG1 no solo es un asunto técnico, sino una cuestión de Estado y soberanía estratégica. La postergación y paralización de este proyecto ponen en riesgo la autonomía en comunicaciones y la capacidad tecnológica de Argentina en el escenario regional y global.