La izquierda como última trinchera ética frente al neofascismo de Milei: un debate indispensable para la democracia argentina
Por Redacción del Diario REPORTERO
Con la llegada al poder del presidente Javier Milei, un sector amplio de intelectuales y pensadores argentinos levanta una voz urgente: la izquierda sigue siendo una reserva ética y política indispensable ante la amenaza del neofascismo que se impone en el país. Esta nueva etapa del capitalismo neoliberal, profundamente violenta y excluyente, despliega un régimen autoritario que no solo avanza sobre la economía, sino también sobre la cultura, la educación y la salud mental de la sociedad.
La polémica “batalla cultural” que promueve el actual gobierno no es un mero enfrentamiento ideológico, sino una guerra sistemática contra los pilares fundamentales de la democracia: la educación pública, la investigación científica, las expresiones artísticas y el periodismo independiente. Esta ofensiva se desarrolla en el marco de un contexto de creciente pobreza, violencia y desesperanza, donde la degradación del lenguaje y la comunicación social contribuyen a un clima de caos y desinformación.
Paradójicamente, se observa cómo los términos tradicionalmente asociados a la izquierda –como “comunismo” o “comunista”– son usados erróneamente como insultos por sectores políticos que se autodenominan libertarios pero que, en realidad, pertenecen a la derecha más extrema. Este fenómeno pone en evidencia que las categorías políticas de izquierda y derecha, lejos de desaparecer, resurgen con fuerza renovada en un escenario global atravesado por la crisis profunda del capitalismo financierizado y la crisis de la democracia.
En este sentido, el debate sobre el significado de la izquierda y el comunismo vuelve a cobrar vigencia, no como una utopía pasada sino como una necesidad urgente para imaginar una salida a la brutalidad del presente. Filósofos contemporáneos como Alain Badiou y Slavoj Žižek han recuperado estas discusiones, abriendo la puerta a nuevas formas de resistencia cultural y política frente a la barbarie neoliberal.
El escenario actual exige repensar la democracia más allá de sus formas superficiales y vaciadas de contenido social. La historia argentina y mundial muestran que las revoluciones verdaderas no temen la violencia sino el surgimiento de nuevas leyes y estructuras simbólicas que cuestionan la legitimidad del poder constituido. La izquierda, entonces, no es solo un actor político sino una posibilidad radical de transformación social y cultural.
REPORTERO sostiene que en la Argentina de hoy, donde la democracia burguesa ha demostrado ser cómplice de la explotación y la exclusión, la recuperación ética de la izquierda es una apuesta imprescindible para frenar el avance neofascista y reconstruir una sociedad más justa, libre e igualitaria.
La salud mental colectiva está en juego, y luchar contra el neofascismo es también cuidar el alma de la nación.