Crisis total: Caputo, la Corte y un fallo explosivo empujan a Milei al abismo del 2001

La economía tambalea, la oposición se unifica tras el fallo contra Cristina Kirchner y el Gobierno se queda sin red de contención. En el corazón de 2025, la Argentina revive los signos de un colapso sistémico como el que destruyó la convertibilidad. ¿Puede Milei evitar la tormenta perfecta?

Pais12/06/2025Reportero.com.arReportero.com.ar
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Crisis total: Caputo, la Corte y un fallo explosivo empujan a Milei al abismo del 2001

La Redacción del Diario REPORTERO analiza una semana clave en la política y economía argentina, marcada por decisiones financieras de altísimo riesgo, un fallo judicial con consecuencias imprevisibles y una creciente percepción de que el país repite los errores estructurales que lo llevaron al abismo hace más de dos décadas.

Una tormenta que recuerda al 2001

Argentina transita un 2025 cargado de tensiones acumuladas. El Gobierno de Javier Milei, que asumió prometiendo un shock de libertad económica, enfrenta ahora un escenario que remite con fuerza al colapso de diciembre de 2001: fragilidad monetaria, endeudamiento externo opaco, oposición reagrupada y tensión social en aumento.

Desde fines de 2024, el equipo liderado por Luis Caputo impulsó reformas de emergencia para contener el tipo de cambio, sin resolver los desequilibrios de fondo. Dolarización encubierta, retiro del Estado como actor estabilizador, y un BCRA reducido a un mero observador del mercado son los pilares de una economía en estado de laboratorio.

Medidas de alto riesgo con efectos inciertos

El nuevo paquete anunciado por el Banco Central incluye REPOs por u$s2.000 millones sin detalles sobre tasas ni contrapartes, reedición del Bopreal y eliminación de la tasa de referencia. Esta estrategia —ya conocida por sus consecuencias— parece repetir el círculo vicioso del endeudamiento especulativo y la fuga de capitales.

La eliminación de los plazos mínimos de permanencia para fondos extranjeros reabre la puerta al carry trade y a los capitales golondrina. Una medida riesgosa que, combinada con el actual clima político, puede precipitar una corrida financiera.

Un fallo que sacudió al sistema

El golpe político llegó desde la Corte Suprema. El fallo que ordena la detención de Cristina Fernández de Kirchner alteró completamente el tablero. Lejos de fragmentar al peronismo, el dictamen judicial reagrupó a la oposición, generando movilizaciones masivas y una nueva cohesión dirigencial.

La imagen recuerda al 2001, cuando la caída de la convertibilidad provocó una ola de alianzas inesperadas. Esta vez, el caldo de cultivo está potenciado por una crisis social más profunda y una narrativa oficial cada vez más alejada de las urgencias de la ciudadanía.

Sin anclas económicas, sin contención institucional

El retiro del Estado del sistema financiero, la represión de la demanda interna y el ajuste fiscal extremo han deteriorado los márgenes de maniobra política del oficialismo. Las decisiones de Caputo —avaladas por Milei— funcionan como parches técnicos en un sistema estructuralmente inestable.

Desde REPORTERO advertimos que la creciente desconexión entre las decisiones económicas y la situación social podría desencadenar un proceso de deslegitimación política acelerado.

¿Un punto de no retorno?

La historia argentina está plagada de alertas ignoradas. Hoy se combinan múltiples factores que, si no son corregidos con urgencia, podrían derivar en una crisis multidimensional: recesión, inflación, ruptura institucional y estallido social.

El país está nuevamente ante un momento de bifurcación. La repetición de mecanismos fallidos no puede atribuirse a desconocimiento. Lo que antes fue error, hoy es elección.

Opinión pública fundamentada

En la calle, crece la percepción de que el Gobierno juega con fuego. El fallo contra Cristina, lejos de consolidar poder, unificó a los sectores opositores. La economía, mientras tanto, muestra signos de agotamiento. En este contexto, el escepticismo social hacia la clase política alcanza niveles históricos, y no se vislumbra un liderazgo con capacidad de recomponer el tejido institucional. Si el Ejecutivo no rectifica el rumbo económico, el desenlace puede ser más grave que el de 2001. La pregunta ya no es si habrá crisis, sino cuándo y con qué intensidad.

Redacción del Diario REPORTERO

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