Buenos Aires — Redacción del Diario Reportero. A exactamente un mes de la advertencia pública del ministro de Economía, Luis Caputo, las principales automotrices que operan en Argentina reactivaron la rueda de aumentos. Según un relevamiento exclusivo de REPORTERO, Ford, Toyota, General Motors y Renault distribuyeron nuevas listas de precios con alzas que oscilan entre 1 % y 3 % dependiendo del modelo.
En el caso de Ford, la suba promedio supera levemente el 2 %, afectando tanto a la pick-up Ranger como a la familia SUV. Toyota aplicó incrementos en una banda de 1,3 % a 2,5 %, mientras que General Motors escaló entre 1 % y 3 % en sus diferentes versiones de Tracker y S10. Renault, por su parte, se movió en torno al 1,8 % en su portfolio de Sandero, Logan y Alaskan.
Las listas llegaron a los concesionarios a pesar de la “reunión cordial” que los referentes del sector mantuvieron con el propio Caputo a fines de abril, cuando el ministro prometió beneficios impositivos y acceso parcialmente liberado a divisas si las terminales aseguraban un sendero de estabilidad en los precios. El compromiso se desdibujó en apenas treinta días.
Volkswagen —informaron fuentes del mercado— “estudia” sumarse al movimiento con ajustes cercanos al 1,5 % antes de finalizar la próxima semana. De concretarse, prácticamente la totalidad del parque automotor argentino habrá reacomodado valores en medio de un contexto en el que Casa Rosada busca canalizar dinero no declarado hacia la compra de bienes durables.
El trasfondo macroeconómico agrega presión. Con la brecha cambiaria aún por encima del 40 % y un Índice de Precios al Consumidor que se resiste a perforar el piso de los dos dígitos mensuales, las terminales argumentan que “no hay margen” para absorber escaladas en insumos y logística. “El costo financiero se duplicó, y el efecto devaluatorio todavía no terminó de trasladarse”, confesó a REPORTERO un alto ejecutivo del sector que pidió off the record.
Paradójicamente, el nuevo reacomodamiento llega con el mercado en alza: los últimos datos de patentamientos muestran un repunte del 60 % interanual en mayo, impulsado sobre todo por la demanda de unidades importadas. Los vehículos de producción nacional, en cambio, perdieron participación frente a modelos brasileños, mexicanos y asiáticos cuya disponibilidad mejoró con la flexibilización de licencias.
Desde la Asociación de Concesionarios (ACARA) advierten que el clima de “veranito” puede esfumarse si los ajustes continúan: “Abril y mayo fueron meses récord por la demanda contenida, pero el comprador argentino es extremadamente sensible a las expectativas de inflación. Un salto de 2 % mensual en cero kilómetros, con paritarias corriendo atrás, puede enfriar el showroom de un día para otro”, explicó un vocero.
En Economía observan con recelo el movimiento: el equipo de Caputo analiza “herramientas de incentivo y sanción” para alinear precios con la desaceleración anunciada. Por ahora, sin embargo, prima la cautela: cualquier intervención drástica podría trabar inversiones anunciadas y la incipiente normalización del flujo de autopartes.
¿Se tensiona el pacto con el Gobierno?
De sostenerse la tendencia, junio terminaría con el tercer aumento acumulado del año para varias terminales, en contraste con la política oficial de “precios cuidados voluntarios” que Caputo impulsa para sectores de alta visibilidad. “Si la confianza se quiebra, la lapicera volverá a Hacienda”, recordó el ministro durante la última conferencia al presentar los números fiscales.
Opinión pública: El choque de agendas entre Gobierno y terminales deja al consumidor en un triángulo de tensiones —inflación, dólar e impuestos— que perpetúa la percepción de que el 0 km es un bien de lujo reservado a segmentos cada vez más acotados. La historia reciente demuestra que los congelamientos artificiales sólo posponen el problema; la verdadera llave parece pasar por un plan gradual de competitividad industrial que acerque costos locales a estándares regionales. Sin esa hoja de ruta, los precios seguirán corriendo detrás de la confianza perdida.