Cibercrimen irrumpió en la Alcaidía de Junín: secuestraron celulares y pruebas clave a dos presos

Un operativo sorpresa en la Alcaidía N.º 49 terminó con el hallazgo de teléfonos y zapatillas en poder de dos jóvenes detenidos por robo. La Justicia abrió una nueva causa y su situación procesal se complica.

En la madrugada, un procedimiento inesperado sacudió la calma de la Alcaidía N.º 49 de Junín. Agentes de la Sección de Investigaciones de Cibercrimen, con apoyo de la Fiscalía N.º 1, irrumpieron en las celdas de dos internos acusados de robo y dieron con lo que buscaban: teléfonos celulares y un par de zapatillas Adidas que podrían ser pruebas determinantes en la investigación.

Los protagonistas del operativo fueron dos hermanos de 26 y 18 años, quienes ya se encontraban privados de la libertad por un robo cometido en la región. Sin embargo, la situación judicial de ambos se agravó: durante el mismo allanamiento fueron notificados de una nueva causa por encubrimiento y tenencia de elementos robados.

La medida, autorizada por la Justicia y ejecutada bajo supervisión del Ministerio Público, derivó en el secuestro de dispositivos que ahora serán analizados por peritos especializados. Según indicaron fuentes de la Secretaría de Seguridad del Gobierno de Junín, los investigadores buscan rastrear comunicaciones, imágenes y contactos que podrían vincular a los detenidos no solo con el hecho por el que ya estaban presos, sino también con otros delitos aún en investigación.

Desde el área de seguridad remarcaron que este tipo de operativos forman parte de una política de controles sorpresivos en establecimientos penitenciarios, con el objetivo de impedir que los reclusos continúen con actividades ilícitas desde el interior de las cárceles.

La causa quedó bajo la órbita de la Fiscalía N.º 1 de Junín, que analizará la información recuperada de los teléfonos y evaluará los próximos pasos judiciales.

En diálogo reservado con REPORTERO, una fuente cercana a la investigación subrayó que “estos procedimientos son cruciales porque permiten cortar las cadenas de comunicación delictiva que se organizan desde las celdas”.

Opinión pública: Lo ocurrido en la Alcaidía de Junín vuelve a poner sobre la mesa un tema sensible: la capacidad de los detenidos para acceder a tecnología y continuar delinquiendo tras las rejas. La sociedad reclama controles más estrictos y una política penitenciaria que realmente garantice seguridad puertas adentro, evitando que las cárceles se conviertan en centros de operaciones criminales.

Redacción de Diario REPORTERO