Junín, la ciudad partida: más de 700 días de abandono por una obra paralizada
Por Redacción de Reportero
Lo que fue anunciado como una transformación estructural terminó en una herida abierta que atraviesa a toda la ciudad. En Junín, el paso bajo nivel de avenida Rivadavia lleva más de 700 días paralizado. La obra, clave para la conectividad y la vida económica del noroeste bonaerense, quedó frenada desde diciembre de 2023, luego de que el gobierno nacional adoptara una política de "obra pública cero".
Desde entonces, el impacto es visible: persianas bajas, calles vacías y una ciudad literalmente partida por las vías. “Ya cerraron 14 locales en la zona. Uno fue mío. El otro está tambaleando”, confiesa César Dardano, comerciante juninense, que hoy lidera una causa judicial para exigir la reactivación de los trabajos.
La arteria clave de Junín permanece clausurada desde el 14 de junio de 2023. “Nos dijeron que no iban a cortar el tránsito. Al día siguiente, la ciudad quedó dividida en dos”, recuerda Dardano. Con el paso cerrado, los vecinos deben recorrer hasta 10 cuadras para cruzar a pie o en auto, generando embotellamientos constantes en Alberdi y Primera Junta, los únicos pasos habilitados.
El abandono no es solo físico. También es institucional. El expediente llegó a la justicia federal, donde el juez Héctor Plou falló a favor de los comerciantes en octubre de 2024 y ordenó a ADIFSE que definiera el futuro de la obra. El fallo fue apelado y, desde entonces, todo quedó en suspenso. El tiempo pasa. La ciudad se sigue partiendo.
“El puente sirve para unir, cuando no lo hacés, dividís. Junín está completamente fracturada”, señala Juan Manuel, vecino de la zona, que todos los días enfrenta la desolación de una cuadra desierta. La caída de ventas supera el 80% según los propios comerciantes.
El proyecto, originalmente adjudicado en 2021 a Sabavisa S.A., fue reformulado sin nueva licitación, lo que también despertó críticas. “Achicaron la obra más de un 30%. Eso legalmente requiere volver a licitar. Nunca lo hicieron”, denuncia Dardano. La obra, que prometía estar finalizada en febrero de 2025, apenas tenía un avance del 15% cuando fue abandonada.
Desde el Concejo Deliberante se propuso un Fondo Fiduciario respaldado por coparticipación, y el intendente Pablo Petrecca pidió redireccionar fondos de un préstamo para comprar maquinaria. Sin embargo, no hay respuestas concretas desde Nación ni avances reales.
“El intendente está en campaña. Mira para otro lado. Junín no es prioridad para nadie”, dispara Dardano, quien también denuncia el absurdo de haber licitado sobre una vía en desuso desde los años '90. “Hoy dicen que taparla costaría 1,8 millones de dólares, y terminarla entre 3 y 4 millones. Mientras tanto, nos fundimos día a día”.
El reclamo no es sólo económico. Es humano. “Tenemos bomberos de un lado, hospital del otro, clínicas separadas, y emergencias que no llegan a tiempo”, detalla el comerciante, que ya recibió una ayuda estatal mínima que no alcanza para sostener su negocio.
La redacción de DIARIO REPORTERO pudo comprobar el estado de abandono absoluto en el lugar, con calles valladas, máquinas oxidadas y ninguna presencia de operarios. Una imagen que grafica el fracaso de las gestiones y la desesperanza de los vecinos.
Desde los comerciantes hasta los ciudadanos comunes, todos coinciden: Junín no puede esperar más. La ciudad pide a gritos una solución que devuelva la unidad perdida.
Opinión pública: En el contexto de una crisis nacional profunda, lo ocurrido en Junín debería encender una alarma sobre los efectos de paralizar obras estratégicas sin planificación. No se trata sólo de cemento, sino de personas, comercios, servicios esenciales y vidas cotidianas en juego. El abandono de una obra estructural, en una ciudad de más de 100.000 habitantes, no puede tratarse como un número en una planilla. Es tiempo de que tanto el gobierno nacional como el municipal asuman su responsabilidad histórica y reviertan el daño antes de que sea irreparable.