Graves imputaciones contra el policía detenido en Junín: la fiscalía avanza con una causa que conmociona a la ciudad

— REPORTERO

La ciudad de Junín se vio nuevamente sacudida por un episodio que involucra a un miembro de la Policía Bonaerense. Un efectivo de alrededor de 35 años fue detenido el sábado por la tarde tras una violenta secuencia ocurrida en inmediaciones del Barrio Nuestra Señora de la Merced, donde, según la investigación preliminar, habría protagonizado una agresión con arma de fuego y un intento de provocar un incendio en una vivienda.

De acuerdo a fuentes judiciales, el uniformado enfrenta imputaciones graves: coacción agravada, disparo de arma de fuego, portación de arma de guerra y violación de domicilio. Estas acusaciones fueron formalizadas por la fiscal de turno, la Dra. Vanina Lisazo, quien dispuso las primeras medidas en el lugar de los hechos.

Tras ser alertados sobre la situación, otros agentes acudieron a la zona y redujeron al efectivo, quien quedó inmediatamente aprehendido. Posteriormente, y ya bajo la órbita de la fiscalía, se ejecutó un allanamiento en el domicilio del detenido, donde se incautaron un arma de fuego, municiones y estupefacientes, aunque aún no trascendió la cantidad ni el tipo de sustancias secuestradas.

Con el avance de la investigación, la aprehensión inicial se transformó en detención. Por tratarse de un miembro de la fuerza provincial, se dispuso su traslado a una dependencia destinada específicamente a alojar funcionarios de seguridad involucrados en causas penales, ubicada en la ciudad de Berazategui.

A este cuadro se suma un antecedente relevante: el funcionario posee una denuncia previa por violencia de género que continúa en etapa de instrucción. La acumulación de episodios genera inquietud en la comunidad y profundiza el debate sobre el accionar de ciertos sectores de la Policía Bonaerense.

El caso surge en un contexto ya sensible. Por un lado, se espera la resolución del Tribunal Oral Criminal N.º 1 en un juicio por hechos cometidos en enero de 2024, donde tres uniformados están acusados por robo en poblado y en banda, amenazas y falsificación de documento público mientras prestaban servicio en la Comisaría Primera.

Paralelamente, otro policía fue detenido días atrás, sospechado de integrar un robo agravado con arma de fuego contra una familia mientras dormía. Ese funcionario estaba asignado laboralmente a la Comisaría Segunda.

El episodio del sábado involucra a un uniformado que cumplía funciones en el área de traslado de detenidos, lo que suma preocupación en un entramado institucional que ya enfrenta fuertes cuestionamientos. Para REPORTERO, este nuevo caso refuerza la necesidad de revisar protocolos internos y mecanismos de control dentro de la fuerza.

— Redacción del Diario REPORTERO

Opinión pública

La reiteración de hechos que involucran a miembros de la fuerza bonaerense evidencia un problema que excede lo individual. La sociedad observa con desconfianza y exige respuestas institucionales claras. La Justicia, por su parte, enfrenta el desafío de avanzar con celeridad y transparencia para evitar que la sensación de impunidad erosione aún más la confianza pública.