La Justicia eleva a juicio oral la causa contra un joven motociclista acusado de conducción temeraria en el centro de la ciudad

La Justicia resolvió elevar a juicio oral la causa contra un motociclista de 18 años, acusado de haber protagonizado un grave episodio de conducción temeraria en el centro de la ciudad. El joven, identificado como Tomás Ochoa, enfrenta cargos bajo el artículo 193 bis del Código Penal, que castiga la conducción riesgosa con penas de hasta tres años de prisión e inhabilitación para conducir.

El hecho se registró en septiembre pasado, cuando Ochoa circulaba a alta velocidad por calle Rivadavia y, tras realizar maniobras imprudentes, perdió el control de la motocicleta, impactando contra la vidriera de un comercio. El episodio generó alarma entre los peatones y comerciantes de la zona, ya que representó un riesgo evidente tanto para el conductor como para terceros.

La investigación, encabezada por la fiscal Dra. Vanina Lizaso, se apoyó en imágenes de cámaras privadas y del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), que permitieron reconstruir la secuencia del siniestro. Con esos elementos, la fiscalía solicitó un allanamiento en el domicilio del acusado, donde se secuestró la motocicleta involucrada en el hecho.

Posteriormente, Ochoa se presentó ante la fiscalía de turno para brindar declaración indagatoria. Sin embargo, al no ofrecer una propuesta de reparación por los daños ocasionados, la fiscal Lizaso resolvió solicitar la elevación a juicio oral de la causa.

El joven será juzgado por el delito de conducción temeraria —que prevé una pena de seis meses a tres años de prisión y el doble de inhabilitación para manejar— y también por el delito de daño, debido a los destrozos en la vidriera del comercio afectado.

Desde la redacción de REPORTERO se pudo saber que este tipo de hechos se repiten con frecuencia en distintas ciudades bonaerenses, donde las fiscalías buscan sentar precedentes ante conductas peligrosas que ponen en riesgo la vida de todos los ciudadanos.

En este contexto, el proceso judicial contra el joven motociclista no solo representa un caso individual, sino también una señal de advertencia sobre la responsabilidad que implica conducir un vehículo. La seguridad vial continúa siendo una deuda colectiva que requiere compromiso, educación y sanción efectiva para quienes violan las normas.

Redacción de Diario REPORTERO